30.3.11

"La razón que no duerme crea monstruos"; dos recomendaciones fractaleras

Fernanda nos hace dos recomendaciones de lujo, ambas mentes creadoras que producen un sentimiento distinto mediante su obra, utilizando una simple herramienta, una pluma o un pincel.
Tal vez, Varo sea el reflejo de aquella razón que no duerme, que termina constituyendo los monstruos de una realidad que para nosotros parece distorsionada... o tal vez, simplemente estaba ocupada preparándose una "Papilla Lunar" con nuestros sueños.


“Hágase el fractal, y el fractal se hizo”.

“La razón que no duerme crea monstruos”, dice Carlos Fuentes en “Constancia”, una narrativa corta, profunda y llena de sabiduría. Este hombre mexicano es uno de los más representativos exponentes de la narrativa contemporánea en México. Era de esos típicos chavos que andaban por la Universidad con el libro de Carlos Marx bajo el brazo… Si, uno de esos intelectuales que siempre soñó con morir en Francia en los brazos de alguna ingrata parisina a la que, seguramente, le escribieron un libro completo. 


Pero dejando a un lado mi seguramente errado perfil prejuicioso, Carlos Fuentes sabía de lo que hablaba. Dentro de la compilación de su obra se encuentra un escrito que pareciera sacado de una película hollywoodense, pero al momento de leerlo, dista mucho de serlo; el escrito se llama “La Desdichada”. 



“La Desdichada” es un maniquí del que se enamoran dos jóvenes estudiantes y escritores. La manera en la que narra Fuentes es muy buena, pulcra, pretenciosa a la vista de los envidiosos, pero muy vasta en cuanto al lenguaje. Recomendación de lujo.


Otros contemporáneos de Fuentes también tienen lo suyo, pero ya te contaré de ellos en otra ocasión; en general, entre los 70’s y 90’s más o menos, hay mucho buen material en la narrativa mexicana. Investígate algo de esas fechas y no hay manera de que no encuentres algo que te guste.


Ahora, en cuanto a pintura, tema que ya tengo algo abandonado por cierto, mi sugerencia es una mujer perturbada y seguramente trastornada de la mente, pero eso sí, la tipa derrochó talento en cada pincelada: Remedios Varo. 


Esta fémina, con una historia muy tormentosa y obsesionada con los gatos, pintó cada cosa… Hay una obra que se llama “Papilla Lunar”, nada más por el nombrecito, ya te puedes dar una idea de la fumadez de la Varo. Busca en Internet su biografía y obra, tal vez no te guste, pero date la oportunidad de averiguarlo.


Es todo por hoy… bueno, no… Jamás es todo, y menos por un día; tienes chance de darle un giro a tu perspectiva y encontrar alternativas a tu existencia.


Que el cosmos os haga compañía.

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