27.5.12

Cineteca - Georges Méliès


En esta ocasión, Laura De la Torre nos presenta a uno de los cineastas más visionarios, que surgió cuando esta industria estaba aún en pañales: Georges Méliès.

Bienvenidos a Cineteca, la edificación imaginaria del cine.

Hoy, por primera vez, visitaremos la galería de directores, este maravilloso espacio lleno de retratos de los más representativos rostros de la dirección cinematográfica, se extiende a lo largo y ancho de todo el tercer piso de cineteca, ya que son muchos los directores que han logrado un lugar en esta galería.

Actor y director de teatro, reportero, dibujante, ilusionista, mecánico, inversionista del calzado, pero sobre todo, pionero del género de ciencia ficción y del stop-motion -o dicho más claramente, del truco de sustitución de elementos mediante el interrumpido de la cámara-, el francés Georges Méliès es considerado uno de los máximos cineastas de todos los tiempos. Mostró talento para el dibujo desde muy niño e intentó entrar a la escuela de Bellas Artes en París, pero le fue impedido por sus padres, que se dedicaban al negocio del calzado y pretendían que él siguiera el mismo camino.


Así fue como, durante varias años, se dedicó al perfeccionamiento de esta industria y de sus habilidades mecánicas, las que más tarde le serían de mucha utilidad. Al abandonar su padre el negocio familiar, Georges Méliès decide no seguir más con él y vende su parte, con lo que compra el teatro Robert Houdini, en donde se presentarían espectáculos de ilusionismo con maquinaria y decorados hechos por Méliès en su mayoría.

Después de asistir a la primera presentación de los hermanos Lumiere, se empeñó en conseguir un cinematógrafo para él y, ante la negativa de los hermanos, fabricó el suyo propio con el que, el 5 de abril de 1896, proyectó sus primeras películas en el teatro que había adquirido años antes. A partir de entonces, Méliès se dedicaría de lleno al mundo cinematográfico, al grado de llegar a tener en su haber más de 500 películas, de las cuales Le voyage dans la lune, o Viaje a la luna sería su obra maestra, ya que es justo en ella en donde la continuidad narrativa da un paso adelante en su evolución. 

Desafortunadamente para Georges Méliès, así como para muchos otros genios del arte, el final de la historia no es precisamente próspera, ya que la Primera Guerra Mundial lo afectó al grado de tener que abandonar el negocio del cine y, sofocado por las deudas, se vio obligado a vender todas sus propiedades. Tiempo después, se reencontró con Jeanne d'Alcy, una de sus actrices principales, se casó con ella y se hicieron cargo de un kiosko de dulces y juguetes.

En 1925, la vanguardia cinematográfica francesa, principalmente la corriente surrealista, redescubre su obra, y en 1931 reconocen a Méliès con la Legión de Honor por toda su trayectoria.

Georges Méliès muere el 21 de enero de 1938 en una casa de jubilación, dejándonos su increíble obra y dándole una nueva perspectiva a la cinematografía.

Me despido con una recomendación: busquen y encuentren más información sobre este importante director, ya que esto no es todo lo que podemos averiguar sobre él; y chequen Viaje a la luna, ubíquense temporalmente en la época y admiren los excelentes efectos especiales que manejan. Hasta la próxima.

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